“Sorolla, el
color del mar”, es el título de una exposición que podemos ver del 13 de
febrero al 04 mayo de 2014, en el Museo San Martín Centro de Cultura
Contemporánea, en Las Palmas de Gran Canaria.
Quise contemplar parte de la obra de
este genial artista y por supuesto que fui a verla, ¿Quién iba a perder esa
oportunidad? Es una exposición intimista,
algunas de estas obras no están firmadas ni terminadas, porque las quería para
él. Eran para disfrutar jugando con el lienzo, la luminosidad, la tonalidad,
las pinceladas, lo natural, con el gran protagonista que es el mar y la captura
del color y la luz, que se encuentra en un determinado momento, por ello para
capturarlo usa la pincelada suelta, rápida, pintando muy apresurado.
La muestra está muy bien distribuida,
dividida en dos salas, en la primera encontramos un autorretrato, y obras con
protagonismo de la figura y el mar, pero ambos elementos perfectamente
fusionados. En la segunda sala las obras están divididas entre el mar de la
vertiente cantábrica y la del Mediterráneo.
Llama la atención la frase pintada
en la pared que Joaquín Sorolla a su esposa Clotilde en 1907: “Tengo un hambre,
por pintar como nunca he sentido, me lo trago, me desbordo, es ya una locura”. Esta
frase conecta con otra muy similar que formuló Carlos Morón Cabrera en una
entrevista en un periódico y decía “Tengo hambre de pintar y si no pinto me
muero”. Despertó mi curiosidad la similitud de estas declaraciones y decidí
hablarlo con mi amiga y mi compañera en el ámbito artístico, pero ella con su
punto de vista de artista, Saro Morales, me comenta exactamente lo mismo, dice
que el deseo de pintar es así “Hambre pero del alma, te llena, te desborda, te
embriaga, te imbuye y te absorbe, es una conexión cuerpo-mente con el lienzo absoluto”
En relación a esta inspiración, al
ansia de pintar, hay otras frases maravillosas pronunciadas por el artista, que
podemos ver en la exposición: “Deseo que salga el sol mañana y entre el calor
artístico”. Al igual que la aparecida en una carta que le escribió a Clotilde en 1918 dice: “Ya lo que
quisiera es no emocionarme tanto, porque después de unas horas como hoy, me
siento deshecho, agotado, no puedo con tanto placer, no lo resisto como antes,
es que la pintura cuando se siente es superior a todo, he dicho mal, es lo
natural lo que es hermoso”.
La obra titulada “Jávea” (1900-1901),
óleo sobre cartón de Sorolla donde las pinceladas están completamente sueltas y
estudiadas, aunque no lo parezca, es muy similar a los “Divertimentos” de
Carlos Morón, los realizaba, como su nombre indica, para divertirse, era la
desintoxicación entre una obra y otra.
Carlos Morón bebió de la obra de
Sorolla en Madrid, en los museos y en el espíritu de la Escuela de Arte de San
Fernando.
No se pierdan esta interesante muestra
de este artista en el Museo San Martín.
"Nadadores" 1905, Oleo/lienzo (Imagen del folleto de la muestra)
Detalle "Nadadores"
"Divertimento" Nº1,Carlos Morón Cabrera
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