En Montaña Cardones, un pueblo perteneciente al municipio de Arucas, hay una tradición centenaria en la Semana Santa, pero que creo única en las Islas Canarias. Coincide con el Viernes Santo, en la llamada Procesión de la “Soledad”, o del “Silencio”; donde se acompaña a la imagen de la Virgen en absoluto mutismo, y sobre las diez de la noche, los jóvenes del pueblo, en la cúspide de la montaña, empiezan a prender las hogueras que llevan preparando durante mucho tiempo, para que el fuego visto desde abajo sea lo más espectacular posible.
Actualmente solo se puede encender
las fogatas en la parte superior de la misma, ya que está totalmente habitada; pero
esto no era así hasta hace unos cuarenta años en la que se encendía entera, y
se escribían diferentes mensajes o se dibujaban distintas formas cada año.
Mensajes escritos con “fuego” a la Virgen María a través de estas
espectaculares hogueras.
Hoy por hoy el dibujo más recurrente
es el de las tres cruces en la cima, emulando la crucifixión de Jesús en el monte
Gólgota y algunas piras bajo ellas, pero sigue siendo un espectáculo muy
emotivo.
Cuando terminan de prender las
hogueras, los chavales bajan por una gran escalinata que une la cima con el
pueblo, con las antorchas encendidas y usadas para prender la montaña, con el fin de
rendir homenaje a la Virgen a su llegada al templo de San Isidro Labrador. El público asistente y los chicos y chicas que
subieron a la cumbre, se funden en un espectacular aplauso con mucho
significado; en solidaridad con el dolor de esa Madre que pierde a su hijo cada Viernes Santo, en
apoyo a las personas que rezan en silencio por sus penas, por las múltiples
promesas que tienen los fieles, unido a la gratitud por el esfuerzo realizado
en esta manifestación de cariño a las tradiciones del pueblo de Cardones.
Pongan la nota en sus agendas que el próximo año más, y es una cita para no perdérsela.
¡Espectacular!
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